Por
lo consiguiente hablar del uso y abuso del alcohol es importante mencionar como
es la relación del alcohólico para con sus familiares, desde diversos
integrantes tal como la esposa, hijos y padres que en este caso si se pudiese
estar hablando de un menor de edad. La asociación entre el funcionamiento
familiar y el consumo de estas sustancias por parte de alguno de sus miembros
(esposo(a), hijos, etc.) ha sido objeto de numerosas investigaciones que
resaltan la necesidad de implicar a la familia en la prevención y tratamiento.
La
familia como el elemento central en la prevención del consumo de drogas y,
dejando aparte otros factores (como los biológicos, genéticos, etc.), los
procesos de socialización familiar son importantes al constituir la base de predisposiciones
como son las actitudes, la personalidad, el autoconcepto, los valores, y las
habilidades de comunicación. Por otra parte de igual forma la familia puede
incrementar el riesgo para el abuso de sustancias en los hijos, tanto a través
de “factores específicos como a través de factores no específicos”1
que caracterizan el funcionamiento familiar. Dentro de los Factores Específicos
están: exposición a las drogas, exposición directa (modelados negativos de uso
de drogas de los padres) y actitudes de los padres ante las drogas. Dentro de
los factores inespecíficos están: el conflicto familiar, el estilo educativo,
la exposición a estrés, la psicopatología y la negligencia. En este estudio la
importancia del ambiente familiar, particularmente de los padres como
determinantes del ajuste psicológico y social de los hijos, está reconocido,
con lo que el contexto familiar puede convertirse en una fuente positiva de
adaptación o, por el contrario, de estrés, dependiendo de la calidad de la
relación entre los miembros de la familia.
“La
relación familiar que se tiene en cuenta como es: la estructura y composición
familiar; la existencia de normas de convivencia familiar; la naturaleza de la
relación familiar; la vinculación afectiva; la comunicación familiar y las
actitudes y conductas familiares hacia el consumo del alcohol” 2.
Mediante investigaciones algunos de los autores encontraron que “las
dimensiones relacionadas con la existencia de conflictos entre el adolescente y
sus padres, y con el consumo familiar, eran las que predecían un mayor riesgo
de uso de sustancias por parte del sujeto. Las disputas frecuentes entre el
joven y sus padres y de estos entre sí, predecía el consumo de alcohol, tabaco
y fármacos o derivados”2. Los resultados de estos estudios españoles
señalan la importancia de la cohesión familiar como un factor de protección en
lo que se refiere al consumo de drogas, datos que están en consonancia por lo
obtenido en trabajos posteriores y que también dan a la cohesión familiar un
papel protector y amortiguador de otros factores de riesgo.
Sin embargo para darnos cuenta del como es la
relación de en este caso de la esposa con el sujeto alcohólico, esa esposa
quien tiembla de miedo a la próxima borrachera, la madre y el padre que ven al
hijo consumiéndose es y bien, uno de los indicadores más claros de que una
familia está funcionando bien es la coherencia, los términos que mejor
describen la vida en una familia alcohólica son lo incoherente y lo
impredecible. Generalmente, lo que un cónyuge o un hijo hacen cuando viven en
un ambiente alcohólico, lo hacen porque en ese momento tiene lógica para ellos.
En la medida en que los problemas que rodean al alcoholismo van produciendo más
y más incoherencia e impredictibilidad en el hogar, es típico que la conducta
de los miembros no alcohólicos de la familia constituya un intento por volver a
estabilizar el sistema familiar. Los miembros de este sistema familiar actúan y
reaccionan de maneras que hacen que la vida sea más fácil y menos dolorosa para
ellos3.
No hay comentarios:
Publicar un comentario